Hola a todas
y todas,
Bienvenidos una vez más, un día más a Mi vida en color,
Algunas/-os pensaréis que estoy loca viendo el titulo
de la entrada pero no. Vivo en el Baix Vinalopó (Bajo Vinalopó para las personas no
valenciano-catalano-balear parlantes y
así no enfado a nadie, a pesar de
que considero que el valenciano es un dialecto del catalán, pero bueno).
Aquí sólo entendemos de dos estaciones o mejor dicho, dos climas: verano/invierno y/o calor/frio. Pasamos de climas totalmente veraniegos a de 26-27ºC a
12-15ºC en cuestión de dos días ( y sí,
para esta zona 12-15ºC es muuucho frio).
Y sí, ya, ¡por fin! Has llegado
frío.
Personalmente detesto el calor; sudar a todas horas, odio ése clima húmedo que
provoca que en pleno verano salgas de la ducha y mientras te estás secando ya estás sudando y pegajosa
¡again!, que el maquillaje se me derrita
y me brille la cara cual bombilla a casi todas horas, rozarme la zona intermuslar (porque… claro…
una que está hermosica tiene chichas,
y son unas chichas amatorias, que están
constantemente en contacto y fruto de ese amor que se tienen hace el roce… y
el roce hace el escozor y auténticos desastres
en la zona interna de los muslos). ¡Y
qué decir de esas sillas tan in! que se llevan ahora en las terrazas que hace que te suden las piernecillas por
debajo y que cuando te levantas dejas toda “tu marca”, en fin,
qué decir del verano/calor excepto: ¡Gracias por irte y sinceramente espero que
tardes muuuuucho en volver!
¡Hola frio! ¡Hola Invierno! Se te ha echado de menos por estos lares. Personalmente, yo te echado de menos,
no sé por qué diantres no es reciproco ese amor platónico que te profeso.
Cada año ignoras más mis llamadas y tardas mucho más en contestar y francamente, no lo
entiendo. Pero, no te sermonearé y me
limitaré a disfrutar de tu
compañía. De lo que implica que estés aquí, conmigo: usar medias tupidas de
colorines que le dan un toque tan especial a mis outfits, a esas bufandas tan
calentitas y abrigaditas, a esa piel: pido
un minuto de silencio a modo de
tributo a esa bendita piel que me
otorgas Invierno, resplandeciente, lisa, casi perfecta, adoro lo que provocas
en mi piel Invierno, a esos días de
manta, acurricadita en la cama sólo viéndose
una mínima porción de mi tez asomar entre los montones de calentitas y
mulliditas mantas. Sólo hay dos cosas Invierno, que te echo en cara: la
primera, que me dejas helada cada vez que subo al coche y me destrozas las
manos con tu frio ya que no puedo
ponerme guantes para conducir y la segunda, que no has nevado ni una
sola vez en mis 22 años en mi ciudad, y todavía no he visto tu nieve. Por lo demás, nada más que reprocharte,
así que, espero que este año seas benévolo conmigo y te quedes durante mucho tiempo, por que
adoro tu compañía y por el momento,
adoro todo lo que me das.
¡Nos leemos pronto!
Un beso